Gato común europeo

Si se le dedica la atención que requiere, este minino sabrá devolver con cariño los mimos de su amo. En caso contrario, es muy probable que salve las distancias y sea más independiente.

Este felino es curioso e incluso ingenioso. Sabrá pasar el tiempo entretenido con los juguetes que le proporciones (o los objetos con los que él decida distraerse). ¡Llegará incluso a reclamar a sus humanos su sesión de juego diaria!

Como todos los mininos, el gato común doméstico de pelo corto puede tener sus momentos de locura, saltando y corriendo por todas partes. Sin embargo, también sabe pasar buena parte de su tiempo echándose una larga siesta o, simplemente, descansando junto a sus dueños. Es, por tanto, un gato equilibrado.

Se le conoce por su inteligencia y su curiosidad, que le otorgan una gran facilidad de adaptación, aunque la rutina contribuye a su equilibrio.

Por lo general, no tiene dificultades a la hora de relacionarse con seres humanos, sintiéndose muy unido a su propietario o propietaria.

Este gato adora gozar de su independencia cuando él lo considera necesario, por lo que estará encantado con la posibilidad de salir al exterior para alimentar su instinto cazador.

Normalmente, el gato común doméstico de pelo corto sabe hacerse entender sin necesidad de maullar. Utilizará el maullido como último recurso, solo si su humano no logra descifrar su lenguaje corporal.

La vivacidad y la alegría que caracterizan a este felino hacen que adore ejercitarse. Si ha de vivir en interior, la estructuración del hogar deberá proporcionarle acceso a lugares donde poder correr, saltar y trepar. Lo ideal: un árbol para gatos, estantes fijados a la pared y una vista hacia el mundo exterior. Si puede salir al aire libre, ¡sabrá sacar a relucir sus instintos de cazador!

Suelen encariñarse con su hogar, por lo que no es propenso a escaparse. Aun así, podría recorrer unos cuantos kilómetros por día en función de dónde se sitúen sus zonas de reposo, caza, etc… ¡El tamaño de sus dominios terrenales puede llegar a sorprender!

En este aspecto, como en muchos otros, hay numerosas diferencias entre ejemplares. Ciertos individuos serán delicados, o incluso difíciles a la hora de comer, mientras otros requerirán que sus raciones sean controladas. En cualquier caso, se recomienda el uso de boles interactivos (con los que tendrá que jugar para obtener su comida).

Si crecen juntos, los miembros de una misma familia pueden llegar a tener una relación muy cercana durante toda su vida. Por el contrario, en caso de no tener parentesco, la convivencia entre gatos puede ser delicada, por lo que habrá que utilizar técnicas que respeten la sensibilidad y tolerancia de cada uno a la hora de presentarlos.

Si se le ha acostumbrado desde cachorro, o si se le ha presentado correctamente al perro, no habrá problemas de convivencia entre un felino y un can.

Podrá adaptarse a los niños, siendo conciliador y paciente, siempre que se interactúe con él de manera respetuosa, dejándole su espacio y su tiempo para retirarse cuando así lo necesite.

Es ideal para todo tipo de familias e individuos, incluso para una persona sedentaria.