Pekinés

Este Spaniel chino es un perro apegado a su grupo social, aunque lo demuestra poco. Además, tiene un carácter que puede considerarse frío y distante. Para obtener su afecto es necesario establecer primero una relación de confianza.

Debido a su temperamento, no se trata de la mascota más juguetona de todas. Es más, tiende a ignorar a los niños, por que no debe esperarse que los acompañe en sus juegos.
 

Es un perro sumamente tranquilo y que requiere de muy poco ejercicio para sentirse bien, por lo que se adapta de maravilla a personas mayores o más bien sedentarias.

Su inteligencia se refleja en las estrategias de las que se sirve para no obedecer. Se trata de un perro de compañía sin aptitudes particulares para el trabajo, aunque puede llegar a ser muy astuto.

El Pekingese, como también se le conoce, no tiene un instinto depredador desarrollado.

Se muestra frío y distante con los extraños, por lo que solo saca a relucir su lado amistoso con su dueño (¡y esto, cuando a él le apetece!). Aun así, no suele ser temeroso ni agresivo si se socializa correctamente al Pekinés cachorro.

Se trata de un perro muy independiente y bastante solitario. Es muy seguro de sí mismo, testarudo y orgulloso, no necesita la autorización de su amo para actuar.

El Pekinés puede permanecer solo en casa sin ningún problema, ya que no necesita la presencia de su amo para sentirse seguro. Aun así, las ausencias no deben ser prolongadas.

La obediencia no es una de las cualidades de este perrito asiático. Su carácter es fuerte y sabe aprovechar cualquier oportunidad para salirse con la suya. Para lograr su cooperación, nada como una educación respetuosa, firme y coherente.
 

Este spaniel de Pekín es bastante silencioso, aunque puede hacer las veces de "timbre" alerando a su amo cuando alguien toca a la puerta.

A pesar de su independencia, no se trata de un perro que tienda a escaparse de casa al estar desprovisto de un instinto depredador y contar con una necesidad moderada de ejercicio.

Dada su tranquilidad y que la soledad no le genera ansiedad o tristeza, es raro que el Pekinés se vuelva destructivo.

No se trata de un perro glotón, pero los premios a base de golosinas son su punto débil, por lo que habrá que racionarlas para que las siga considerando como tal, es decir, como una recompensa ocasional, y no como una costumbre.

El Pekinés es ante todo un animal de compañía, sin embargo, su temperamento valiente lo lleva en ocasiones a no tener en cuenta su tamaño y querer demostrar su poderío.

Aunque por su físico poco disuasivo no puede desempeñar el rol de perro guardián, puede ser un buen perro de alerta.

Este can puede adaptarse sin problemas a la vida en apartamento, ya que no necesita de mucho espacio ni de ejercicios intensos. 
Aunque también puede vivir en una casa de campo, no es indispensable que esta cuente con un jardín. Es importante que no duerma en el exterior del hogar ya que es muy frágil ante las inclemencias del tiempo.

Como buen animal de compañía, está hecho para vivir en el interior y su necesidad de actividad física es mínima. No obstante, los paseos diarios son necesarios para garantizar su bienestar.

Transportar a este perrito es muy sencillo gracias a su tamaño, ya sea en brazos, en una bolsa de transporte o una jaula adaptada.

Si crece con un gato en casa, este perrito podrá convivir con él sin problema.

A pesar de su temperamento frío y distante, no resulta extraño que se vea envuelto en alguna que otra pelea, incluso con perros que le doblen el tamaño. Para evitarlo, deberá socializar con sus congéneres desde cachorro para así adquirir y reforzar sus códigos caninos.

Al ser un tanto solitario y en ocasiones incluso posesivo, la presencia de dos Pekineses en el hogar puede tener momentos de tensión sin llegar a impedir su convivencia.

Si la finalidad de la adopción es que los niños del hogar tengan un pequeño amigo de cuatro patas, esta no es la raza indicada para ello, ya que tiende a ser indiferente con ellos.

Dado su carácter tranquilo y bastante sedentario, este pequeño de pelo frondoso es ideal para personas mayores.

Este perro es una buena opción como primera mascota, pero hay que ser conscientes de su carácter peculiar y no esperar de él un comportamiento efusivo. Es ideal para personas que vivan solas, en pareja sin niños pequeños o para personas mayores o con un estilo de vida sedentario.